En el espacio de terapia cultivamos el respeto, el amor y la responsabilidad. Ponemos luz a lo que cada uno lleva a la relación y a lo que en conjunto se construye.
A la pareja llevamos lo que somos y lo que tenemos, pudiendo convertirse el otro en cómplice y espejo de nuestras luces y sombras, o en enemigo de ellas.
Vuestra relación de pareja es un lugar idóneo para el crecimiento de cada uno de vosotros y de vuestro vínculo, y para ello se necesita consciencia e intimidad.